Utopía I

Utopía I

Por: Luís D. Mosquera

Ocho meses nos separan del proceso electoral del 3de Diciembre, y existe en el ambiente un clamor por el rescate de justicia y libertad como símbolos inequívocos del sistema democrático.
Un poco más de doscientos días dispone el país político para desarrollar las estrategias de los bandos en pugna para convencer al electorado que den su apoyo a los candidatos de sus grupos o movimientos políticos que participarán en ese proceso electoral.
Sin duda que esta contienda esta llamada, deportivamente hablando, la confrontación del año entre el representante del oficialismo, que en la actualidad ostenta la corona, y el de la oposición como retador que aspira recibir la mayor votación del alto tribunal del pueblo.
Grandes expectativas calientan el ambiente, los nombres de los contrincantes comienzan a subir al ring, en torno a ellos surgen opiniones de comentaristas que comparan el acto electoral con las
famosas jornadas boxísticas de tiempos pasados, recuerdan a Canius Clay “El Bocaza” que a pesar de su pegada al fin fue destronado, significando que el triunfo no es de quien más habla, insulta y vocifera de su oponente, sino de aquel que mejor estrategia establezca en la confrontación estudiando a su adversario para propinarle el golpe certero en el momento justo enviándole a la lona por k.o electoral.
Siempre habrá que cuidarse de escenarios donde los asesores, promotores o entrenadores compran jueces, como es el caso de los boxeadores japoneses a quienes hay que noquearles para ganarles la pelea.
Según la opinión generalizada mientras no se cumplan con las exigencias de la depuración del padrón electoral y el computo de todas las papeletas electorales emitidas por las máquinas del voto, para que el proceso sea transparente aquí tenemos que ganar por “ know out” lo cual sólo será posible mediante la presentación de un candidato único, que por los vientos que soplan, habrá que mandarlo hacer, ya que a pesar de que el tiempo avanza, el “fulano candidato único” no aparece por ninguna parte; aún cuando se sabe que su presencia aglutinaría la voluntad mayoritaria del electorado, tal como sucedió en el Estado Zulia donde la votación de la inmensa mayoría ,.no dio oportunidad de aplicar triquiñuelas que al parecer se cometieron en otras regiones del País.
El Presidente sabe muy bien que su estrategia estará orientada en ahuyentar la posibilidad de un candidato único, que lo mandaría a la lona por “know out” electoral, por lo que esta utilizando aliados ocultos para que de forma muy disimulada y con mucha habilidad espanten la posibilidad de que surja ese candidato.
A su vez, estimula a una diversidad de candidatos que sabiéndolos sin oportunidad, se ván detrás de la utopía del candidato único; que una parte de los sectores opositores observan en la lejanía del horizonte incansable e infinito.