PERIODISMO POLÍTICO

viernes, abril 28, 2006

Bajo la mira oculta



Bajo la mira oculta

La injusticia es un crimen político

Jorge Jiménez Flores

El estruendoso crimen del que fueron victimas los hermanos Faddoul y su chofer, Miguel Rivas provocó grandes manifestaciones de dolor y rechazo contra la inseguridad que se vive actualmente en el país. No se puede dejar de nombrar el suceso suscitado en medio de las manifestaciones, cuando fue asesinado abominablemente el reportero gráfico de la Cadena Capriles, Jorge Aguirre, hecho que causó indignación en el gremio periodístico para exigir al Ministerio Público que se haga justicia en todos estos casos.

La población no escatimó esfuerzos en salir a las calles con pancartas y exteriorizar de manera abierta la rabia por no sentirse seguros en las calles, avenidas, carreteras, autopistas y hasta en sus propias casas. Muchas personas señalan que a pesar de ser consecuentes con el pago de impuestos al día y por el hecho de tener derechos como venezolanos no se sienten a salvo ni en sus hogares.

Y cuál fue la respuesta de algunos voceros del Gobierno Nacional a estas protestas justas y constitucionales. Por ejemplo el ministro de Comunicación e Información, William Lara señaló que las protestas de apoyo a la familia Faddoul, Rivas y Aguirre, tenían un tinte de manipulación política. Además tuvo la osadía de sugerir que habían personas infiltradas para utilizar estos hechos como un arma de choque para atacar al Gobierno Nacional y hacer una reedición del 11 de abril de 2002 y del paro nacional dirigido por la CTV y Fedecámaras.
Sin embargo, los manifestantes reiteraron en varias ocasiones que no querían que se politizaran los sucesos sino que muy por el contrario lo hacían por inconformidad. Pero cómo no mezclar la política con estos hechos delictivos, si es el Gobierno Nacional el responsable de garantizar la vida y lo que se observa a diario es desidia, burla y abandono.
En Venezuela cada día que pasa, la administración de justicia es mucho más ciega y desequilibrada, sobre todo porque el máximo tribunal de la nación está controlado por una mayoría de jueces afectos al régimen y no por personas probas, que sean imparciales al momento de dar una declaración que pueda involucrar en hechos delictivos a funcionarios públicos.
Venezuela no se merece vivir en este miedo, merecemos vivir en un país distinto lleno de justicia, tolerancia y de tranquilidad, porque la autoridad tiene el deber de resguardar a toda la población, la de los barrios y las urbanizaciones, brindar la seguridad y defensa.

Cada vez la delincuencia es mayor, los muertos se multiplican y crece el terror. Los venezolanos no saben si un policía es un policía o un delincuente, y al que corresponde formar los cuerpos de seguridad del Estado es al Gobierno Nacional. Actualmente más de ochenta por ciento de los venezolanos, chavistas y opositores, coinciden en manifestar que el mayor problema que sufren es el de la inseguridad. Por eso es que los ciudadanos deben luchar para que la injusticia sea desterrada definitivamente de la cultura de nuestro pueblo y poder vivir en paz y felicidad.