PERIODISMO POLÍTICO

viernes, abril 28, 2006

Sin Titubeos



Sin Titubeos
María Teresa Cubillán M

Sin quitarles el sueño

Estados Unidos constituye el principal socio comercial de Venezuela, dentro de América Latina ocupa el tercer lugar a nivel de sus intercambios comerciales, precedido apenas por México y Brasil, salvo estas excepciones Venezuela es de poca importancia en la vida internacional, esto permite que en el país puedan suceder los eventos más diversos, e incluso los más extremos, y la única reacción que provoquen sea la curiosidad.
Los asuntos internos de un país como el nuestro atraen poco la atención, por más esfuerzo que se hagan para merecerla, ni los desplantes, las promesas de cambiar al mundo, los golpes de Estado, y los insultos, inquietan a los poderosos de la tierra. Para los grandes poderes, quizás equivocadamente, el socialismo duro ya no es un peligro, ni siquiera un símbolo, sino más bien un espectáculo, tal vez una nostalgia de tiempos más movidos.
La falta de consideración con lo que sucede, hiere la vanidad nacional que se encuentra alerta a la pronta llegada del lobo comunista, disfrazado de bolivariano socialista del siglo veintiuno, que como siempre conculcará las libertades, la propiedad privada, las elecciones libres, la enseñanza religiosa y el derecho a expresarse.
Por su parte, al Gobierno también le hiere esa piadosa indeferencia del exterior, para tratar de superarla, rompe los protocolos, arremete contra el embajador estadounidense, se reúne con amistades peligrosas, inventa magnicidios y guerras asimétricas, contrata especialistas en publicidad, tratando de imitar los gestos y muchos de los símbolos de los antiguos enemigos de la civilización occidental.
La ligera curiosidad teñida de indiferencia que despiertan los acontecimientos, contiendas y temores que suceden en la patria de El Libertador se ha convertido en una especie de afrenta del mundo a Venezuela, donde esta en juego la suerte de los venezolanos, que lo que menos desean es que los otros nos vean como un simple espectáculo.
Quizás en ese sentimiento compartido de que no somos tomados muy en serio se encuentre un germen de unidad nacional entre oposición y Gobierno, que aún se encuentra oculto.