PERIODISMO POLÍTICO

viernes, abril 28, 2006

Arbitraje en Venezuela

Arbitraje en Venezuela
Rúben Alvarez

Un sondeo de opinión, no es otra cosa que “encuestas”, herramienta que otrora, nos diera la idea más o menos aproximada de los numeritos. Sirve para medir la popularidad o el ranting de programas, televisoras y también de los políticos. Estas empresas no sirven para nada, tuvieron su momento en el que los dueños de estas encuestadoras no eran “Artistas de Televisión” –curioso, se miden incluso ellos mismos-. En el momento en que los programas periodísticos comenzaron a tener mayor importancia en este país (gracias al presidente Chávez), aumentaron los puntos de popularidad, de programas de opinión, políticos, y encuestadoras; la pregunta es, si en realidad son y fueron confiables esos sondeos, a mi en particular, nunca me han preguntado nada, mi propio sondeo entre familiares, compañeros de estudio, de trabajo y mis amigos, muestran que tampoco jamás se les pregunto nada, como no fuera que marca de cigarrillo fuma... Solamente existen grupos de fanáticos de las encuestadoras que creen todavía en los “resultados”
Se establecieron en Venezuela firmas importantes, el país se convirtió en el Gran Mercado, empresas como la Gallup en incluso gente de la Universidad de Pensilvania, competentes diseñadores de cuestionarios vinieron al país, así como notables técnicos de propaganda política el caso de Joe Napolitan o David Garth, grandes lectores e interpretadores de sondeos. Los Gringos, les exigían a sus clientes -los comandos de AD o COPEI-, que les suministraran sondeos confiables. El mercado se llenó entonces de encuestadoras muy rigurosas. Pero hoy, ¿quién demonios puede creer en una encuesta de opinión pública? el enfrentamiento entre chavistas y antichavistas, ha convertido a las encuestas en una tonta mercancía, show que entretiene a los creyentes. Hay tanta basura, que desde la más disciplinada de las empresas investigadoras, hasta la más inexperta, carece hoy de credibilidad. Y esto señores lectores es lo más importante de una encuesta y de una empresa encuestadora.
¿Cuando las encuestadoras perdieron la credibilidad? cuando sus accionistas emitieron sus opiniones, cuando filtraron información, cuando dieron los resultados a los medios antes que a sus clientes, cuando corrompieron los cuestionarios, cuando ocultaron los resultados, en fin, el país se quedó sin encuestas. Ya no hay clientes, sólo intereses.
El gobierno sostiene que las encuestas serias le favorecen, la oposición muestra en cambio unas graficas y tortas, unas escalas con colores que muestran los porcentajes donde el Gobierno está perdido. La Casa Blanca antes de emprende una ofensiva bélica en tierras remotas, consulta previamente a la opinión pública, si la encuesta no sirve, su política fracasa. Por eso exige tanto a las encuestadoras.
Lo mismo pasa aquí. El país necesita hoy una encuestadora seria, imparcial, técnica, fría, cruel. Porque el país, dividido, necesita, un arbitraje. Recurre al Tribunal Supremo de Justicia y no le sirve porque no le parece imparcial. Va a la Fiscalía General de la Republica y no le sirve. Busca a la OEA y ya sabemos que no es imparcial. Busca a los medios que no son imparciales. Así, ha venido buscando el arbitraje en las encuestas, y ahí tampoco lo ha encontrado, porque tampoco las encuestas han resultado creíbles, o imparciales. El desenlace inquieta ¿hay arbitraje posible en Venezuela?